martes, 10 de noviembre de 2009

Ventajas de la moxibustión en invierno


Un servicio que ofrece The Chi Spa

Dentro de las técnicas orientales encontramos el Shiatsu, reiki, ayurveda, meidina tradicional china etc. Van cogiendo cada vez más fuerza a nivel mundial. Por esta razón, la moxibustión tiene sus orígenes en la terapia oriental, utlizando la raíz prensada de la planta Artemisa.

La moxibustión pertece a una disciplina milenaria muy popular en China y en Japón, presentando uno de los principales métodos terapéuticos culturales y orientales. La moxibustión consiste en estimular los puntos enérgicos a través de la combustión moxa, o artemisa pensada que puede tener muchas formas –conos, rollos, bastones, cilindros, etc. El uso del calor adquiere fuerza una vez aplicado sobre un punto pequeño, en zonas específicas del cuerpo que suelen coincidir con puntos de acupuntura.

La acción terapéutica que ejerce la moxibustión, es la comunicación de energía en forma de calor en determinados puntos energéticos del cuerpo para reestablecer y reequilibrar el flujo energético del organismo. Estos puntos actúan sobre los meridianos y los órganos con el objetivo de armonizar la circulación energética-sanguínea.

La Artemisa, el gran protagonista, es una de las plantas más antiguas del mundo que produce incandescencia, un calor de 500 y 600 ºC. Contiene varias propiedades terapéuticas: regula el sistema digestivo, mejora la circulación sanguínea y linfática, incrementa la producción de glóbulos rojos y blancos, etc. Hay diferentes maneras de aplicar la moxibustión. Puede ser directa, sobre la piel, o indirecta que mantiene una distancia constante, típicamente unos 3-5 centímetros de la piel. Este método, que se trabaja en Chi Spa, tiene como objetivo a producir una sensación de calor moderado sobre el punto tratado.

La estimulación de los puntos por moxibustión, provocan en las terminaciones nerviosas una dilatación de los capilares, incrementándose la circulación en todo el cuerpo en general y sobre todo en los puntos tratados, que suelen corresponder en muchas ocasiones también a puntos con contractura. Además, al introducir calor en los meridianos, combatimos el frío, tanto interno como externo, por lo tanto es un masaje ideal para la época del invierno, y favorecemos las condiciones ying y yang. Es un masaje terapéutico, pero a la vez altamente relajante, que nos ayuda regular y equilibrar nuestro “qi” o “chi”.